Carnaval

Escuchando Bat for lashes todo el día. Conectando con un cola de instagram que escucha lo mismo.
Planeando ir a Valdivia. Planeando trabajar como loca en Santiago antes de eso y justificar así mi no ver a nadie, queriendo borrarme un rato de una forma que no sea emborracharse ni morir. Sí fumar marihuana en exceso, pero obviando los dolores de cabeza. Escuchar una y otra vez el mismo mix de reggaeton que hizo un amigo. Ir a verlo al aeropuerto porque puedo, porque me sale fácil, porque además no hay mucho más qué hacer un día feriado. Salír de la casa con el ímpetu de no volver, tan así que cuando quise regresar no tenía las llaves, y así tuve que aceptar la ayuda inmanente de mi familia. Pasar por el feriado eterno que me dio tanto miedo, porque venía sin parar de tomar de hablar de salir de tener problemas. Pero paré, y anoche salí de mala gana y no me quise tomar un shop porque de pronto la plata, porque de pronto el exceso. Y no, no me gusta nada. Ni la película, ni la escritora comprometida que vive en Nueva York. Ya lo he leído todo antes, ya lo sé todo. Da sueño de pronto y quiero seguir el impulso que solo me lleve a tu cama. El uber te viene dando lecciones de vida y pienso por la mierda si hasta los hombres que no conozco me quieren decir que hacer. Quisiera usar dientes de cuchillos para sentar mi amenaza, conocer mi eneatipo en textos pegados por mi mejor amiga virtual que por estar sola se apasiona con todo tema que pueda distraer su mente. Leer exactamente cómo es nuestra relación a partir de la forma de relacionarse de nuestros eneatipos, el suyo 5, el investigador, el mío 6, el leal. La lealtad, una caracterísitca que también trae mi signo. Esperar mucho de la gente, luego decepcionarme y dar un paso al lado, salirme de las dinámicas que tanto busco. Buscar amigxs nuevxs en gente vieja, querer a mis amigxs de ahora aunque estén enfermxs y tengan mucha tos. Vivir sola un par de días de nuevo y pensar que así mismo era esa vida en el extranjero que de tan vacía me desesperó. Sentarse frente al computador en espera de algo, ya sea las ganas o una idea, y decir entonces lo que vengo pensando hace días, mi predicción: predecir que confesarás lo que hicimos, predecir que te dejarán por una semana o algunos días y que luego volverás. Y así nuevamente yo habré logrado no conmover ninguna vida, no habré generado ningún problema, y daré mi paso atrás.

Lesbianas en conflicto

Tengo una nueva idea de novela, que partió siendo la idea de un cuento. El cuento se llama Duelo y melancolía, pero creo que ya nunca será cuento. Duelo y melancolía es un texto de Freud sobre la depresión que leí durante uno de mis desvelos.
Colmbia tours [tentativo] es una novela sobre dormir con el presentimiento de que una noche vas a despertar frente a un hombre con un cuchillo, dispuesto a matarte.
Hija de ricos, la teleserie de esta historia, tendrá una antiheroína, quien equilibrará la sensación de despoder en el mundo. Pues Lorena, la protagonista, logrará todo, incluso su propia muerte.

La protagonista de Columbia tours es Laura, trabajadora sexual online. Estudiante de un posgrado en alguna cosa relacionada a la física. Su tema de tesis es acerca de la predictibilidad. Su tesis es que nada ni nadie puede anticipar lo que va a pasar. Laura vivirá la vida sintiédose absuelta de todo pecado.

La historia de Laura transcurre en un presente y un pasado. En su pasado (duelo) nos presenta a XX, mujer que la lleva a la prostitución primero cerca de discos luego, por internet. Laura ama a XX pero vive su amorodio con demasiado temor acerca del fin que se anuncia pero no llega a ocurrir. ¿O sí? Esto no lo tengo demasiado claro.

En su presente, Laura comparte depto con Luci, una chica depresiva. Luci se deprime en el transcurso de la novela, y de personaje pasará a ser algo parecido a una sábana.

Por otro lado, está Okan, que es amigo y cliente de Laura. Él vive en Alemania, es un chileno adoptado por una familia de allá, o un inmigrante [por definir], tiene una novia con la que no folla y está enamorado de una de sus jefas en la oficina.
Todo esto pasará en la novela, aunque todavía no sé en qué orden ni con qué fin.

 

Fraudes

Día domingo, caminando por el oscuro barrio Yungay. Mirando sus murales que actualizan los muros sempiternos. Sintiendo un leve dolor en la vagina, esperando que, como muchas otras cosas, no sea nada
Es más sencillo siempre enamorarse del humo, de las ilusiones. Seguir mirándose al espejo. Al llegar a fin de mes, las promesas no se cumplen, sin embargo, por qué enojarse.
Día viernes, despertando mal. No pudiendo dormir junto a las culpas, los crímenes, las armas totalmente cargadas. Vivir en la oscuridad, vivir durante media hora, lo suficiente para aparecer y hablar.
La verdad llega incluso si cierras la puerta. La oscuridad, una nueva trama de mentiras.
Llega la noche del viernes, y dices que al final no queda nada salvo salir. Enfrentarte a un violador del que no tienes pruebas, solo sospechas. Querer hablar mucho más con la M, pero sentir demasiado sueño. Aún así decir lo importante, decir «amiga, me metí voluntariamente en un problema».

Llega el sábado y soy persona. Me sostengo vitalmente en mi chat virtual con c. Vamos hablando aleatoriamente de temas, y a veces, caemos en la profundidad.

Llega la noche del sábado, entro al teatro, me dejo perder en lo hermoso y complejo. Este es el pasado. Hacer otra trama de lo ya vivido, porque el pasado será el futuro solo si vuelves, y sigo mirando adelante.
La culpa es de los viajes baratos de Didi. La culpa es de las botillerías abiertas. La culpa es de la solidaridad de quien tiene más y te conoce. Qué ganas de haberle dicho P, no sabía que tu mamá se intentó suicidar, y que  ganas de haber sabido.

Por último llega el domingo. Amaneces agitada, con el corazón loco. Evitas miradas y sales. Eres la copilota de quien apenas durmió y no ha comido, pero tiene toda la seguridad del mundo. Las cosas malas no le pasan a él. Nunca nada pelea con él. Y él tiene todas las ganas del mundo.